Sin embargo, la resistencia al agua del roble varía según varios factores:
- Uso interior: excelente resistencia a salpicaduras ocasionales
- Humedad ambiental: soporta bien las variaciones normales de humedad
- Contacto prolongado: puede deteriorarse si se expone constantemente a la humedad
- Acabado aplicado: el barniz o el aceite mejoran significativamente la protección
Para interiores, el roble es ideal para cocinas, siempre que se aplique un acabado adecuado. Su comportamiento frente al agua lo convierte en una opción privilegiada para encimeras, estanterías y muebles expuestos moderadamente a la humedad doméstica.