Para crear su propia cama a medida, Elisa y su marido nos pidieron varios paneles y tablas de haya maciza rústica y tablas de pícea.
«Necesitábamos ahorrar espacio y guardar cosas sin perder elegancia. Los cajones de pícea se ensamblaron, atornillaron y encolaron. Los frentes se cortaron de los lados de la cama y luego se fijaron a los cajones. Para que siga siendo práctica y permita la posibilidad de mudarnos, la cama es desmontable: se han colocado insertos en los distintos paneles y se han integrado tornillos de cabeza cilíndrica en los laterales de la cama. Todas las esquinas se han fresado. Finalmente aplicamos un barniz de acabado incoloro satinado en 3 capas».