Para realizar este magnífico revestimiento, primero hubo que retirar la moqueta y quitar los restos de cola existentes. A continuación, se encargaron los peldaños de roble a medida en nuestro sitio y Valérie los recortó en el caso de los peldaños de abanico. Los peldaños de madera recibieron a continuación 4 capas de vitrificador incoloro especial para escaleras, con un lijado entre cada capa.
En cuanto a las contrahuellas, estas están hechas de láminas de contrachapado pintadas de blanco.
La ventaja: el redondeo los mampernales de los peldaños oculta una ranura a 2 cm del borde que permite la integración de ledes, ¡ideal para resaltar esta nueva escalera tanto de día como de noche!